No pretendo con estas líneas informar del desarrollo ni recorrido de la Semana Santa de Toledo, ni mucho menos relacionar las procesiones ni pasos que en estos días se dan cita por las calles y rincones de la ciudad imperial. Solamente trataré de comparar sucintamente la Semana Santa actual con aquellas otras celebradas hace más de cien años, en algún caso, para descubrir que ni desfilaban por las calles las mismas imágenes, ni que las costumbres de los toledanos de aquella época eran las mismas.