En Toledo la «Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo» es la fiesta más importante y celebrada. Los orígenes del «Corpus Christi» los encontramos en la Edad Media cuando, en 1208, una religiosa llamada Juliana de Cornillón promueve la idea de celebrar esta fiesta. En Toledo la festividad tiene elementos muy interesantes, entre los que destacamos la Custodia de Enrique de Arfe y el monstruo conocido como la Tarasca.
La primera celebración se llevó a cabo en la Diócesis de Lieja (Bélgica), en torno al año 1446. El impulso que dio fuerza para que la celebración fuera mucho más popular y se extendiera a otras zonas fue el milagro producido en 1263 en la Iglesia de Bolsena (Italia). Cuentan que, cuando el sacerdote rompió la Hostia consagrada, empezó a brotar sangre de ésta.
El establecimiento del Corpus Christi como fiesta litúrgica se llevó a cabo el 8 de septiembre de 1264 (un año después de que sucediera el milagro) por el Papa Urbano IV, mediante la Bula Transiturus hoc mundo. Posteriormente, ya en 1311, el Papa Clemente V será el encargado de regular el cortejo procesional y cómo debían colocarse las autoridades y participantes dentro de la procesión. En 1447, con el Papa Nicolás V, sale procesionalmente la Hostia Sagrada por las calles de la ciudad de Roma.
En el caso de Toledo, el Corpus Christi ha sido declarado de Interés Turístico Internacional en 1980. Posteriormente, en 1986, también la ciudad será declarada Patrimonio de la Humanidad. De ahí, la gran afluencia de gente y turistas que recibimos estos días en la ciudad y que nos encontramos paseando por las calles de Toledo, impresionados por la bella decoración que van encontrando a su paso y preguntándose por el gran toldo (simulación del Palio) que cubre sus cabezas y que les protege del Sol (algo que es de agradecer por las fechas en las que nos encontramos).
Si algo impresiona a todos los visitantes y ciudadanos de Toledo son dos cosas que a continuación vamos a detallar: la Custodia y la Tarasca.
La Custodia fue creada por Enrique de Arfe. Es una gran pieza de orfebrería, una de las grandes joyas que la Catedral de Toledo alberga entre sus muros. Está realizada con oro, plata y piedras preciosas. (Más información sobre la Custodia)
Los primeros documentos que podemos encontrar acerca de la celebración del Corpus en Toledo datan de 1342, cuando se habla de la cera que se repartió a los clérigos de la catedral para la fiesta del Señor, aunque no se sabe en qué consistió dicha fiesta. Ya en 1418 se hace referencia claramente a la procesión eucarística en la ciudad. Una procesión que, cada año, atrae a miles de personas a la ciudad.
En cuanto a la Tarasca, es la figura más extraña y a la vez atractiva que nos podemos encontrar durante el Corpus por las calles de Toledo (desfila este año el miércoles 6 por la tarde y el jueves 7 por la mañana). Una insólita figura que asusta a niños y llama la atención de adultos. Su origen está en la región de Tarascón (Francia). Se trata de una figura procedente de la mitología que encontramos en una leyenda relacionada con Santa Marta. En esa leyenda se nos dice que esta extraña criatura vivía en la región de Tarascón y se dedicaba a asolar estos territorios. Muchos la describían como una especie de dragón, con patas parecidas a las de un oso y con un caparazón similar al de una tortuga. La piel parecía estar compuesta por escamas.
Tras el fracaso del rey de Tarascón por acabar con ella debido al espanto que producía en la zona, se cuenta que Santa Marta encantó a la criatura con una serie de plegarias y volvió a la ciudad con la criatura totalmente domada y tranquila.
Pero una noche muchos de los vecinos, temerosos de este ser, la mataron y Santa Marta se enfureció por ello. Ante este hecho, dio un sermón a la gente y muchos de ellos quedaron convertidos al cristianismo a la vez que arrepentidos por haber acabado con la vida de la criatura.
Si nos fijamos en el escudo de Tarascón, se muestra en su parte superior un castillo sobre un fondo rojo y, en la parte inferior, a la Tarasca, en color amarillo, sobre fondo azul.
En Toledo, desfila la víspera de la procesión. Parece tener cuerpo de galápago, unas alas similares a las de un murciélago y una cabeza de serpiente o dragón. Sobre ella, y haciendo una especie de baile, encontramos a la «tarasquilla», quien parece ser que es Ana Bolena.
En el trasfondo de la Tarasca, podemos encontrar cierta referencia a lo que es el mundo del pecado, la vida y la muerte. Está cargada de gran simbolismo.
Animamos a todos los toledanos y visitantes a que salgan a sus calles, durante estas fiestas, a contemplar Toledo engalanada y a disfrutar de sus fiestas.
Texto: Alberto López Miguel