Desde el siglo XVI se han realizado decenas de copias del «Santo Sudario» conservado en Turín y que según la tradición cubrió el cuerpo de Jesucristo. Algunas de estas copias se encuentran en Toledo. Durante esta próxima Semana Santa podrás visitar la copia conservada en un convento toledano, en la ruta «Semana Santa insólita de Toledo: anécdotas y curiosidades».
En 1988 se analizó una de las reliquias más veneradas de toda la cristiandad: La Sábana Santa de Turín. Esta reliquia dice la tradición que apareció en 1353 en la ciudad francesa de Lirey y desde el año 1453 pertenecería a la casa de Saboya, los cuales la custodiaron primero en Chambéry y finalmente en Turín, hasta que Humberto de Saboya cedió la propiedad a la iglesia.
Desde entonces no han faltado las opiniones a favor y en contra de la autenticidad del sudario que los expertos dataron varios siglos después de la época en la que viviría Jesús. Lo interesante de esta reliquia es que desde el siglo XVI se han ido realizando decenas de copias basadas en la original, llamada así por conservarse desde el siglo XVI en esta localidad italiana. La casa de Saboya propietaria de la Síndone (nombre dado a la Sábana Santa) fue realizando diversas copias de la original para entregarlas a personalidades que la visitaban, a peregrinos y a personas muy relacionadas con esta poderosa familia. El Papa Bonifacio VIII autorizaría a que se realizasen estas copias. Todas ellas debían de estar en contacto con la Sábana original al menos unos segundos para que pudieran adquirir las propiedades milagrosas de la de Turín.
En España se poseen aproximadamente unas 24 copias autentificadas por documentos de la época, repartidas por ciudades como Valladolid, Alcoy, El Escorial, Salamanca, etc. En Castilla-La Mancha hay un total de cuatro: una en Garcimuñoz (Cuenca), otra en Escamilla (Guadalajara) y las otras dos en Toledo, una en el convento de monjas dominicas de Santo Domingo el Real y la otra en el convento de las Comendadoras de Santiago, que es precisamente la que podremos descubrir en nuestra ruta especial de Semana Santa de este año. Esta copia de las Comendadoras fue una donación que hizo al convento doña Magdalena de Guzmán, a la cual se la había regalado el duque de Saboya el 15 de enero de 1587, como así consta en el documento conservado en el mismo convento.
Como curiosidad, indicar que durante un tiempo se especuló que en la Catedral de Toledo se conservaba un trocito de la Sábana Santa original de Turín, en concreto de su margen inferior derecho, ya que se pensó que el trozo que poseía San Luis Rey de Francia había sido donado a nuestro templo catedralicio como alguna otra reliquia que nos cedió este rey francés. Pero posteriormente se descartó esta idea al no encontrarse indicios de este pedacito en la catedral toledana.
Texto: José García Cano
